La iniciativa comenzó con una campaña denominada “No seas cómplice, la corrupción mata”, a nivel regional dirigida a concientizar a los ciudadanos sobre dos grandes temas; el primero, sobre las graves consecuencias de la corrupción, tales que llegan a afectar el derecho a la vida de las personas, y el segundo la responsabilidad penal de los funcionarios públicos que incurren en actos de corrupción, sin excluir a quienes se relacionan con éstos desde otras esferas.
Ahora la campaña ha dado un siguiente paso adelante con la creación del primer Observatorio Ciudadano Contra la Corrupción establecido en Guatemala y con miras a establecer un modelo replicable en cada país de la región.